Ciclo Cine de Brasil

Comienzo: jueves 10 de setiembre 2019

Presentación del ciclo

Desde su temprana llegada a Brasil, en 1896, hasta el presente, el cine brasileño ha tenido una constante evolución.
Las décadas quedaron marcadas ya fuera por la aparición de jóvenes cineastas (Cinema Novo) en los años 60, con una serie de filmes inspirados en una fuerte temática social, como por los diversos escenarios políticos, con gobiernos militares o neoliberales.
La censura era muy fuerte, pero los realizadores siempre encontraron la forma de burlar los controles usando metáforas, y así poder continuar con obras críticas de la realidad.
Las décadas siguientes se revelan como la época de oro de la cinematografía brasileña. La creación de grandes estudios activaron la producción de películas a gran escala.
Sin embargo, paralelamente, surgió una generación de realizadores independientes, tanto en la vertiente paulista como carioca, que aseguraron la continuidad de filmes con pretensiones artísticas.
Y en ese enorme territorio que es Brasil, también en algún momento, surgió el fenómeno bahiano, con un conjunto de obras producidas desde Salvador de Bahía y otras por realizadores del sur. Bahía de todos os santos y O Pagador de promesas, son buenos ejemplos.
Es tan rica la historia del cine brasileño que reclamaría una extensa nota de nuestra parte, pero preferimos invitar al lector interesado a visitar alguna de las referencias incluidas al final.
Hemos elegido para este mes proyectar algunas películas representativas de la rica cinematografía del vecino país, con este Ciclo Cine de Brasil.
Comenzaremos el jueves 10 de octubre proyectando el film Central do Brasil.

Abelardo Jorge.

Referencias.

Ocho años de cine club

Receso setiembre 2019, un tiempo de reflexión

Ciclo: Tiempo de reflexión

El cine y nuestras vidas, una invitación a la reflexión.

Cine Club Piriápolis, desde 2011

En ese año 2011, lejos estábamos de imaginar la aceptación de un público cada vez más numeroso e interactivo, que hizo posible que hoy podamos contarles algunas de las vivencias de estos ricos 8 años de actividad ininterrumpida.
La idea motriz fue poder juntarnos para ver películas de escasa proyección en salas comerciales y en otros medios, como la televisión. Comprobamos que había un público ávido de ver algo diferente y más que eso, por lo que significaba participar de un CINECLUB.
Saber que hubo una búsqueda y una selección previa, que van a recibir información sobre la película que van a ver y luego de la exhibición integrarse a un foro donde cada uno podrá hacer partícipe a todos, de sus impresiones.
Así, poco a poco, se fue construyendo una realidad que mereció el aporte, entre otros del Archivo de Imagen y Sonido del SODRE, Cine Universitario y el reconocimiento de la organización del Festival Internacional de Cine de Punta del Este Y Piriápolis de Película, designándonos como espacio itinerante.
Nuestra pantalla ha mostrado cientos de películas de las más diversas cinematografías y nuestros “cineclubistas” han disfrutado de muchos más cafés, recuperando así esa vieja costumbre uruguaya, charla y café, nuevos vínculos, amistades nuevas.
Cada mes de octubre celebramos el nuevo paso que hacemos juntos. En uno de esos cumpleaños, alumnos de la Licenciatura en Lenguajes y Medios Audiovisuales, que tenemos la dicha de tener aquí cerquita en Playa Hermosa, montaron un verdadero estudio de filmación en nuestra sala de exhibición para hacer unos planos de un corto metraje que realizaban, dándonos así la oportunidad de ver cómo se elabora lo que después vemos proyectado, en el medio que sea.
Pero queremos destacar la riquísima experiencia, la que mejor valoramos, porque es un aporte a otro grupo etario que en nuestro medio no tiene acceso a la verdadera manera de ver películas: en una sala con pantalla grande. Hablamos de los niños y en el caso particular de los niños escolares. Cine club Piriápolis llevó cine a las escuelas de la zona, desde Solís a La Capuera.
Y tal como lo hacemos en nuestras funciones en la Casa de la Cultura, y por primera vez para ellos, expresarse sobre lo que acababan de ver con la participación de un moderador.
Gratísima experiencia, acogedora recepción del cuerpo docente. Sorprendentes análisis de los niños.
Las imágenes que siguen no necesitan comentarios.

Abelardo Jorge.

Referencias.

Imágenes tomadas durante las funciones realizadas por cine club Piriápolis en varias escuelas de la zona.

Receso para la reflexión

El cine y nuestras vidas, invitación a la reflexión

Ciclo: Tiempo de reflexión

El receso de este mes de setiembre es una buena oportunidad para, a través de este blog, mantener nuestra comunicación.
Nos permite pensar el cine desde otra perspectiva al no estar condicionados por un título en particular, como nos pasa en nuestros encuentros semanales.
Por este motivo los estamos invitando a participar de este “Tiempo de reflexión”. Un espacio para reflexionar sobre el cine como arte y lenguaje: nuestros gustos, nuestras experiencias, vivencias y expectativas.
El cine es un arte colectivo. Siéntanse libres para expresarse. Y, desde ya, les agradecemos sinceramente su participación.

Forma de participar:

Sobre el lado izquierdo de esta misma página, dando clic sobre la leyenda «Deja un comentario». Ingresando un nombre y una dirección de correo electrónico es posible escribir un comentario. La dirección de correo electrónico no se hará pública.
Alternativamente, enviar el texto a la dirección de correo electrónico kico@imagenes.org (Kico Márquez).

¡Qué viva el cine!

A fines de los ´60 y principios de los ´70 yo era un niño entrando en la adolescencia. Uno de mis recuerdos más vívidos de esa época es ver a mis abuelos, los sábados a la noche, prepararse con sus ropas “de salir” y caminar los dos muy juntos, solos, calle arriba rumbo al cine. Yo veía aquello casi como una ceremonia. Allá iban ellos a ver las películas de Sandrini o de Cantinflas. No se perdían ninguna.
A mi me tocaba ir los domingos al mediodía a la matiné. Almorzaba muy rápido y corría al cine a ver tres películas. Siempre estaba lleno. Allí nos encontrábamos los amigos, primos y compañeros del liceo. Algo que recuerdo es esa sensación extraña de entrar al cine con el sol allá arriba y salir de noche. Valía la pena. No nos preocupábamos en averiguar el programa, íbamos a ver lo que hubiera.
Los lunes era mi padre que a la tardecita salía para el “cine club”. A veces (dependiendo del título) me invitaba y allá íbamos los dos. Recuerdo haber visto con 12 años “Roma ciudad abierta” de Rossellini y en el debate posterior entendí muchas cosas que no había entendido en la clase de historia.
Algún tiempo después empecé a ir los sábados a la noche y ahí si, elegía lo que quería ver. A veces también los miércoles a ver las películas de Bruce Lee.
Y es que en una ciudad del interior aquello nos abría los ojos a otros mundos, otras vidas, otras realidades. Durante una hora y media éramos otra persona viviendo en otro país y, muchas veces, en otro tiempo.
Es la posibilidad de, durante un rato, vivir una realidad distinta a la nuestra. Es lo que tiene el cine, las películas: hace que nos emocionemos, nos indignemos, nos hagamos preguntas, nos maravillemos.
Alguien dijo una vez: “Viva el cine, vivan las películas, vivan todas las películas”.

Kico Márquez.

Referencias.

Imagen destacada: Linterna mágica, Instrumentarium LaternaMagica.jpg en Wikimedia Commons, GNU Free Documentation License.

Receso setiembre 2019

Durante el próximo mes de setiembre
no habrá funciones.

Amigos, nos acercamos a los 8 años de vida; esto será el próximo mes de octubre. Esperando ese momento, que celebraremos todos… nos tomaremos un mes de vacaciones.

En algún momento del año debíamos apagar el proyector, cubrir la pantalla, analizar el camino recorrido, tomar nuevo impulso para seguir. Continuaremos, como hasta ahora, todos los jueves, en la sala que gentilmente nos ofrece la Casa de la Cultura.

Decía el maestro Federico Fellini: Un filme se hace pero no se habla de él. Su curso impetuoso modifica cualquier esquema preestablecido. Su rostro aparece gradualmente, a medida que se hace.

Así ha sido esta historia nuestra nacida un día del mes de octubre del año 2011. La idea fue que los amantes del buen cine pudiéramos reunirnos, ver y comentar películas. El “curso impetuoso” se dio espontáneamente. Si así no hubiera sido, Cine club Piriápolis hubiera tenido una corta existencia. Y sin embargo, ya celebraremos 8 años el mes que viene.

A todos esperamos para seguir juntos.

Abelardo Jorge.

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar