Breve historia

Abelardo Jorge y Hugo Jorge. Artículo publicado en Suplemento Cultural La Prensa, 21 de julio 2019, pág 7.

Cine Club Piriápolis

El Cine Club Piriápolis exhibe semanalmente películas de calidad artística y cinematográfica para los amantes del buen cine. Al final de cada proyección, los asistentes pueden compartir sus impresiones en un foro.

Esta historia comenzó un día del mes de octubre de 2011.

Desde ese entonces hasta ahora, casi 8 años, fuimos viviendo este emprendimiento de logro, en logro, de sorpresa en sorpresa, de dificultad en avance. La aceptación de un público cada vez más numeroso e interactivo, los vínculos creados entre las personas “cineclubistas”, las proyecciones hacia afuera, fueron construyendo una realidad tangible, continuada, consecuente, reconocible y aceptada, que determinaron, entre otras cosas, el ser designado, desde el año 2014, como espacio itinerante del Festival Internacional de Cine de Punta del Este y también de Piriápolis de Película.

Hemos recibido la colaboración invalorable en nuestro comienzo, del Archivo de la Imagen y Sonido del Sodre y del prestigioso Cine Universitario, quienes nos proveían los filmes con los que comenzamos a celebrar este arte con un público ávido de ver buen cine.

No menor, sino todo lo contrario, ha sido la colaboración voluntaria, gota a gota, de los cineclubistas, que ha hecho posible la adquisición de los equipos de proyección y sonido con los que hoy contamos.

No podemos dejar de mencionar el aporte de la Casa de la Cultura de Piriápolis, en cuya sala desarrollamos nuestras actividades.

Nos complacemos en historiar un crecimiento hacia afuera y otro hacia adentro.

Como logros del primero, mencionamos la experiencia
riquísima de llevar películas a las escuelas de la zona,
desde Solís hasta la Capuera. Pa ra muchos niños fue la primera oportunidad de presenciar películas en sala y pantalla grande. Para todos ellos fue la primera vez que expusieron sus puntos de vista sobre el filme visto, con un moderador, reconstruyendo lo observado y practicando el
exponer y escuchar.

Otra experiencia rica, en pleno desarrollo, la constituye el intercambio con la Licenciatura en Lenguajes y Medios Audiovisuales, con la participación de estudiantes y docentes en actividades compartidas.

Como crecimiento hacia adentro, podemos significar el hecho de que C.Club se ha transformado en una actividad de todo el año, ofreciendo su espacio cultural tanto para los habitantes permanentes como para los veraneantes de paso que concurren cada vez con más abundancia a las
funciones semanales.

El ámbito de las funciones ha pasado a ser, además del reducto de buen cine, un lugar de encuentro cultural y humano, dado que el foro posterior a la exhibición, cuando en el decir corriente de los cineclubistas, “hacemos la película de nuevo”, nos permite escuchar y ser escuchados en un recinto donde los puntos de vista, aún los más encontrados, son respetados. No es poco en un momento en el que el diálogo, como forma de comunicación social, parece diluirse y perderse.

Saludamos la presencia de este nuevo órgano que es el Suplemento Cultural del Diario La Prensa y le auguramos los mejores logros para sí y para la comunidad.

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